Así terminó mi sabado.

Puedo decir muchas cosas, puedo no decirlas tambien, solo sé que fui muy afortunada , empezando por que mis padres estaban en la ciudad. Por primera vez, no fue mi culpa el accidente, a pesar de mi imprudencia: una falla mecánica hizo que tronara la dirección, tronando a su vez el eje del auto. Sin dirección, la perdida del control del automovil, el golpe contra un poste y la banqueta.
No hubo daños humanos. Aun así, las cosas no fueron como debieron, y de no ser por que dieron la cara por mí, no sé en que habría terminado.
Ahora tengo una enorme deuda, económica y moral con mis padres, mis amigos, y un dolor de cuello.